lunes, 18 de noviembre de 2013

Arritmias


¿Qué son?
El corazón es una víscera muscular hueca cuyo principal cometido es el mantenimiento de la circulación sanguínea. Para ello, el ciclo cardiaco está dividido en dos fases denominadas diástole, durante la cual el músculo cardiaco se relaja y la cavidad se llena de sangre, y sístole, durante la cual el músculo se contrae y expulsa la sangre al torrente circulatorio, manteniendo el flujo sanguíneo y la presión arterial.
Este proceso ocurre de una manera regular y rítmica, al estar gobernado por un sistema eléctrico denominado sistema de excitación y conducción. Cuando hay una alteración en ese sistema de excitación y conducción aparecen las arritmias o trastornos del ritmo cardiaco.

¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas más frecuentes de las arritmias cardiacas son las palpitaciones y los síncopes.
Las palpitaciones se definen como la sensación subjetivamente anormal del latido cardiaco. Pueden ser percibidas como «latidos fuertes», «latidos adelantados», «latidos irregulares» o «latidos taquicárdicos». Son muy indicativas de arritmias de cierta entidad la sensación de palpitaciones irregulares y muy arrítmicas (típica de una de las arritmias más frecuentes, denominada fibrilación auricular) o la sensación de palpitaciones taquicárdicas paroxísticas, es decir, palpitaciones rápidas de inicio instantáneo o muy brusco, características de arritmias denominadas «taquicardias paroxísticas».
El síncope es otro síntoma que puede estar provocado por las arritmias cardiacas. Se define como una pérdida de conocimiento debida a la disminución del flujo cerebral. Aunque gran parte de los síncopes obedecen a causas distintas a las arritmias cardiacas, cuando éstas provocan un síncope generalmente obedecen a una causa grave.
Las arritmias que provocan pérdidas de conocimiento son habitualmente ritmos muy acelerados (taquicardias), muy lentos (bradicardias, bloqueo aurículo-ventricular) o bien alteraciones del ritmo en pacientes que padecen una cardiopatía importante.
A veces, las arritmias cardiacas son las responsables de otros síntomas más inespecíficos como la disnea o sensación de falta de aire.
¿Quién puede padecerlas?
Las arritmias cardiacas no muestran una especial predilección por sexos y pueden ser padecidas a cualquier edad.
En algunas ocasiones son manifestaciones de alguna otra enfermedad cardiaca subyacente mientras que en otras se presentan de manera aislada.
¿Cómo se diagnostican?
El diagnóstico de la mayor parte de las arritmias precisa de una primera fase, en la que se descarta la presencia de cardiopatía estructural, y de una segunda fase para la caracterización específica del tipo de arritmia.
Dentro de las herramientas diagnósticas más útiles destacan el holter o registro electrocardiográfico ambulatorio y el estudio electrofisiológico, en el cual, mediante un tipo específico de cateterismo cardiaco, se estudia el tipo y mecanismo de la arritmia.
¿Cuál es su tratamiento?
En algunas ocasiones, las arritmias son totalmente benignas y no precisan tratamiento. Sin embargo, la mayor parte de las veces es necesario tratarlas. Para ello se dispone de unos fármacos específicos denominados fármacosantiarritmicos.
Algunos tipos de arritmias, como las taquicardias paroxísticas o el flutter auricular pueden curarse definitivamente mediante un procedimiento denominado ablación mediante radiofrecuencia, que se realiza bajo anestesia local y que ha supuesto una verdadera revolución en el tratamiento de las arritmias.
Las arritmias lentas, como las bradicardias sintomáticas o los bloqueos cardiacos (bloqueos aurículo-ventriculares), precisan con cierta frecuencia la implantación de un marcapasos cardiaco, intervención, también realizada bajo anestesia local, mediante la que se implanta un pequeño dispositivo destinado a suplir las deficiencias del sistema de excitación y conducción cardiacos.
Finalmente, en algunos pacientes con arritmias graves, potencialmente letales, es necesario implantar un dispositivo denominado desfibrilador automático implantable que actúa restaurando el ritmo cardiaco normal mediante la aplicación automática de descargas eléctricas.

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